Uno de los aspectos que más contribuye a la consecución de los objetivos y la sostenibilidad del Programa “Todos a Aprender”, es la conformación y consolidación de comunidades de aprendizaje (CDA), entendidas como un “proyecto de transformación social y cultural de un centro educativo y de su entorno, para conseguir una sociedad de la información (…) basada en el aprendizaje dialógico y en una educación participativa de la comunidad en todos los espacios, incluida el aula.” (Valls, 2005, pár. 1).
Además, es preciso tener en cuenta que los procesos de transformación de las prácticas en los EE requieren la generación de una actitud reflexiva y crítica, basada en motivación intrínseca sobre la conveniencia de la consecución de los objetivos propuestos por parte de los miembros de las comunidades educativas. Estos aspectos redundarán en mejoramiento de las prácticas docentes y en la adquisición de una perspectiva de impacto pertinente sobre las comunidades en las que se encuentra inserta la escuela, lo cual, a su vez, redundará en el empoderamiento de la totalidad de las comunidades.
De esta manera, las CDA que se conformen en cada EE se concentrarán inicialmente en la identificación de las prácticas idóneas de planeación, ejecución y evaluación pertinente, con el fin de lograr pasar de la planeación inconexa de los perfiles de los estudiantes, de la institución, de las necesidades educativas a una pertinente, intencionada y con perspectiva de desarrollo de competencias. Para tal propósito, se espera que los Directivos Docentes, como gestores principales del EE, no sólo faciliten las condiciones propicias para este trabajo, sino que, además, contribuyan a su seguimiento.
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